Daría
No sé que daría, ahora, por encontrarme con tu sonrisa y llevármela, de nuevo, puesta en el bolsillo.
No daría nada, lo sé, porqué no es negociable, no hay comercio posible.
No sé como aclarar mi mente, hoy, entre tantas brumas. El rostro se oculta tras las nubes, o –mejor dicho- asoma entre ellas. Un haz de sol me chispea aún en los ojos, si me acuerdo que me tengo, de amiga.
Hoy me he puesto tacones, para oir mis pasos en la calle, para sacar en femenino balanceo la felina Tierra de paseo; para afianzar –aunque sea a pasitos- la confianza en mi misma.
Qué lento se me antoja el trabajo de despejar tempestades. Cuanto necesito, todavía, del espejo de "los otros" donde verme a mi misma… Entretanto, me contemplo –de reojo, que no se me note- en las lunas de los escaparates, mientras camino deprisa.
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